Hacia un nuevo saber

Estimados alumnos, comencemos a debatir sobre el tema en cuestión, recuerden que comenzaremos analizando los dos documentos que se adjuntan .

HACIA UN NUEVO SABER.
MARÍA LUCÍA RAMÍREZ MIRANDA.

A lo largo de la historia, el hombre ha tenido grandes avances en el campo del saber; sin embargo se generó un principio teórico que ubicó al saber científico por encima de cualquier otro, llevando a la certeza del conocimiento exacto garantizado por la ciencia, dominándolo y poniéndola al servicio del hombre y con una noción política del dominio del hombre sobre la naturaleza, “buscando alcanzar con ello el bienestar humano”.

Lo peligroso es que al situarse el hombre como poseedor de las herramientas de la cognición científica se sitúa “fuera” de la naturaleza y la domina de manera efectiva en vía de su supuesto beneficio, dejando de lado o subordinando el elemento importante de la moral y la espiritualidad humana.

La ciencia reconoció como valor supremo el saber científico; siendo el único respetado, excluyendo al sujeto y su mundo de valores y cuando el hombre asumió que es el ser supremo de la naturaleza y toma al conocimiento científico como legitimador de sus acciones, ha actuado en consecuencia sin el acompañamiento de la moral.

En aras del avance científico y tecnológico ha hecho cosas buenas por el hombre (elevar la calidad y el nivel de vida, la cual de las enfermedad, la comunicación, etc), pero también ha hecho cosas malas, como (el enorme deterioro de la naturaleza, el dominio del hombre por el hombre, el deterioro de las relaciones entre los hombre, ha dejado de ver y de relacionarse con el otro, con los otros y con entorno).

Los conocimientos producto de la ciencia se consideraron como la verdad absoluta de cómo y qué es el mundo y se incorporaron a la vida cotidiana como conocimientos, tecnologías o instrumentos, etc. Y el resto de los productos humanos como son: saber cotidiano, sentido común, arte, sentimientos, pasiones, intuición, etc. debieron subordinarse ante tal ciencia.

Actualmente, gracias al conocimiento científico, nos encontramos en un mundo “ordenado o bien organizado” pero carente de moral, de fines, de significados, de sentido, de espiritualidad y de lo cultural.
Así mismo existe una separación entre el sujeto y el objeto de conocimiento y una desarticulación de lo cognitivo, lo valorativo y lo moral y el reconocimiento de la objetividad científica como exclusión de la subjetividad y los valores.

Es triste pensar que los adelantos humanos basados en el conocimiento y la ciencia, conlleva al mismo tiempo una amenaza para la vida del planeta y una fragilidad de las sociedades y al empobrecimiento moral, espiritual y relacional del hombre.[right]

ESTO ES UNA PRUEBA Me parece que el texto me ayuda a hacer conciencia de la importancia que tiene integrar el saber para tener una visión más completa sobre la readidad que es compleja. También me permite reflexionar que en la medida en que el hombre siga separando la moral de la ciencia va a malutilizarla.

Este es mi comentario sobre la lectura de Carlos Delgado, solo que no puedo ubicarla bien en el foro, les invito a revisarla y hacerme alguna sugerencias para ponernos en la misma sintinía; algo de problemas con eso de los envíos.
SALUDOS


PARA LA OPTATIVA DEL DR. PEDRO CORTÉS RODRÍGUEZ
COMENTARIO DE LA LECTURA 1) “HACIA UN NUEVO SABER”. Carlos Delgado

Me parece un documento sencillo pero sumamente interesante en el que el autor insiste sobre la necesidad de reflexionar sobre el papel que se ha dado a la ciencia y al conocimiento científico a partir de su consolidación en la cultura de la modernidad. A diferencia de Francis Bacón quien en los albores de la ciencia actual miraba en esta actividad un desarrollo potencialmente benéfico, capaz de generar riqueza y bienestar para toda la sociedad, Carlos Delgado propone otros elementos importantes para dar una nueva mirada a los procesos constitutivos de la sociedad del conocimiento.
El documento deja claro que el desarrollo científico no ha sido literalmente benéfico, por el contrario, a lo largo de la historia han surgido serias contradicciones ajenas a toda bondad, tales como el desarrollo armamentístico y militar que tiene sus bases actuales en la propia ciencia y la tecnología, sin embargo, sus fines son eminentemente destructivos, también destaca serios errores cometidos en aras de la búsqueda del bienestar social.
Pero el asunto interesante, más allá de las contradicciones, son las interrogantes que propone para la ciencia, en este sentido, destaca una polémica ya citada por el Dr. John D. Bernal en 1987 respecto a los fines, los ideales y los límites para el hacer científico; de este modo, invita al lector a repensar, cuál es el fin de la ciencia, y cuál es ideal. Para lo anterior expone a lo largo del documento los diferentes conflictos que han enfrentado a los propios científicos en su afán de atribuir fines a esta actividad humana, demostrando una falta de capacidad para reconocer los propios límites. En el propio marco conflictivo cita la aparición de modelos alternativos que el autor considera solo han propuesto una interacción pobre
Consecuente con las interrogantes anteriores, Carlos Delgado propone un recorrido muy general pero necesario para comprender el proceso de constitución de la racionalidad clásica, y los ideales del saber dados a partir de la ruptura entre el Medioevo y la modernidad, aclara en este tema cómo los ideales de los científicos por legitimar el conocimiento se ha transformado en un proceso revolucionario y por tanto conflictivo. A través de ese recorrido hace evidente que hay pocos elementos para sostener como válida una visión única e ideal de la ciencia.
En la constante del debate hace ver el necesario surgimiento de las diferentes posiciones epistemológicas y el reconocimiento de diversos modos de aprehensión de la realidad sin olvidar mencionar que la propia realidad social ha condicionado las diferentes concepciones del saber. De este modo, el lector se da cuenta de los aportes y el impacto que personajes notables han tenido en este proceso de conflicto y definiciones temporales; cobran sentido entonces los nombres de Aristóteles, Platón, Descartes, Kant, Hume, Morín, etc.
Pero no solo personajes desfilan a lo largo del documento, también van cobrando sentido las corrientes del pensamiento en la consolidación de los saberes, así es posible comprender la decadencia del mundo antiguo y la búsqueda de nuevos elementos integradores para lograr la estabilidad social, búsqueda que favoreció al misticismo, el espiritualismo y el saber asociado a él. Del Medioevo destaca la idea divina como ente dominante en tanto que el resto de saber resultó excluido; o bien la búsqueda de un saber trascendente durante el renacimiento la modernidad con el que se pretendió rescatar la figura del hombre.
En lo personal, me parece interesante el documento porque nos ayuda a ubicar nuestras producciones en relación con la racionalidad dominante y a destacar la importancia de una nueva forma de pensamiento para el hacer científico.
Creo que es de mucha utilidad, por lo pronto, gracias por su atención y espero que el comentario sirva de algo.
ATENTAMENTE
AGUSTIN REYES LEMUS

Compañeros, envío comentarios sobre el texto "Hacia un nuevo saber", en lo general me parece un documento valioso en tanto que plantea un recorrido histórico que permite darnos cuenta de las razones por las que el paradigama positivista fue tomando fuerza y sus consecuencias en el pensamiento actual:

El documento inicia con un planteamiento sobre los efectos contradictorios del saber y la necesidad de conocer sus ideales de origen; en este sentido el autor remite en una primera instancia al estudio de la racionalidad clásica, destacando los siguientes puntos de interés:

En el pensamiento antiguo el saber fue considerado como una entidad múltiple, no se legitima un saber sobre otro, ni tampoco un método. La primera legitimación del saber estuvo vinculada a la decadencia del mundo antiguo, durante el Medioevo el saber (espiritualizado) fue legitimado por un procedimiento de exclusión. El Renacimiento revitaliza la unidad micro-macro cosmos encontrando en el hombre una nueva fuente de legitimidad, esto dio paso para que en la Modernidad se destacara un principio de legitimación: la razón.
A partir de la modernidad la razón organiza y da sentido al mundo, el sujeto se reduce a la razón. Uno de los principales representantes del racionalismo, R. Descartes, argumentó la necesidad del método como medio para alcanzar el saber, posibilitar el dominio de la naturaleza y acceder al bienestar humano.
En este marco, la razón y el método se convirtieron en asuntos centrales, el conocimiento se expresó como algo externo al ente humano por lo que se estableció una polaridad entre sujeto y objeto que declinó en la oposición de dos realidades: la naturaleza y la naturaleza humana. Se entendió además la razón por encima de la moral, lo que provocó la deshumanización de la ciencia contemporánea.
El método experimental fue el instrumento de tortura de la razón hacia la naturaleza, a través de él se separan los objetos de conocimiento del mundo exterior; todo conocimiento que no es producto de él, no tiene validez, esto produce una relación asimétrica entre los sujetos.

En un segundo apartado el autor nos ofrece un interesante estudio sobre los efectos de los planteamientos anteriores, en el pensamiento actual:
Las nociones fundamentales de la racionalidad clásica devinieron en la separación de los conceptos de sujeto y objeto, se demandó un sujeto no histórico, objetivado de operaciones lógicas, el ideal de objetividad obligaba a generalizaciones. Ante estas condiciones, los otros saberes se subordinaron sin cuestionamiento, con ello, se echó a un lado la sensibilidad ética y estética, los valores, las cualidades…se decayó en una visión instrumental de la naturaleza.
El ideal de la racionalidad clásica se plasmó en la vida cotidiana y se incorporó a los modos culturales a través de los productos y objetos nuevos creados a partir del conocimiento científico, incorporando con ello un modo de relación del hombre con el mundo exterior. Como ideología, se incorporó en la vida cotidiana a modo de dogma, la justificación de la moral se vinculó a la razón como principio, la negación de los valores fue la afirmación de otro: la ciencia reconoció como valor supremo al saber científico.

Para terminar, el autor plantea, como un halo de esperanza, el surgimiento de la bioética, a partir de la cual el problema de la pertinencia del discurso moral sería formulado nuevamente de un modo radical.

DE ANTEMANO AGRADEZCO COMENTARIOS. SALUDOS
EDITH.

El otro día comentabamos acerca de lo que es un comentario, un reporte, un resúmen y una síntesis. eso me pareció valioso y necesario para dar un carácter definido a las notas que estamos subiendo al foro; es que noto cómo subimos todo tipo de notas sin un motivo definido y eso ocasiona algunas confusiones o desinterés hacia nuestros textos. Espero que un día de estos puedas hacernos una pequeña aclaración sobre los tipos de comentario y nos ayudes a darle mayor significado; gracias. Te quiero