LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
Edgar Morin
La educación es un proceso continuo de interiorización del ser que somos y de lo que vivimos fuera de nosotros, busca el desarrollo óptimo del ser humano, su objetivo es que aflore lo que se encuentra latente en las dimensiones que conforman la naturaleza humana: dimensión corpórea, psicológica, social, y trascendente. La educación trata de una relación interhumana que estimula el saber-saber, el saber-hacer, el saber-ser y el saber-sentir. Es un tejido de bucles (individuo-sociedad, individuo-especie, inteligencia-afecto, acción-contexto,fines-medios, riesgo-precaución, egocentrismo-autojustificación-autodecepción,cerebro-espíritu-cultura, razón-afecto-impulso individuo-sociedad-especie,individuo-sociedad-noósfera). Por lo tanto la educación debe orientarse a fomentar siete saberes que velen por la unidad y diversidad de la especie humana, que nos permita llegar a la Unitas Multiplex, que en palabras de Morin se refiere a la idea de que la especie humana es una relación compleja dialógica y recursiva entre la unidad y la diversidad y su diversidad en la unidad. Existe una unidad humana y también existe una diversidad humana.
Los siete saberes que plantea Morin permiten introducir y desarrollar en educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano. Establecer el vínculo entre las partes y el todo, aprehender los objetos en sus contextos. Aprehender lo que significa ser humano y tener una identidad común, identificar que tenemos un destino planetario, enfrentar el cambio, asumir lo inesperado y poder afrontarlo, comunicarnos empáticamente y actuar ántropoéticamente, que significa expandir nuestra conciencia y espíritu humanos, entender la condición humana para humanizar, como lo menciona el autor, la humanidad.
Los siete saberes en la educación abren la mostrar las múltiples facetas de lo humano: la especie humana, lo individual, lo social, lo histórico, los destinos entrelazados e inseparables. Ayudan a identificar los errores de percepción y los intelectuales mediante el diálogo entre objetividad y subjetividad, inteligencia y afectividad, reguladas por la autocrítica para auto reformar las ideas que poseemos y que nos poseen. Con los siete saberes la educación del futuro posibilita el estudio de la complejidad humana, la toma de conciencia, de la condición común a todos los humanos, y de la diversidad de los individuos, de los pueblos, de las culturas para asumirnos como ciudadanos de la Tierra. Enfrentando la incertidumbre.
Edgar Morin
La educación es un proceso continuo de interiorización del ser que somos y de lo que vivimos fuera de nosotros, busca el desarrollo óptimo del ser humano, su objetivo es que aflore lo que se encuentra latente en las dimensiones que conforman la naturaleza humana: dimensión corpórea, psicológica, social, y trascendente. La educación trata de una relación interhumana que estimula el saber-saber, el saber-hacer, el saber-ser y el saber-sentir. Es un tejido de bucles (individuo-sociedad, individuo-especie, inteligencia-afecto, acción-contexto,fines-medios, riesgo-precaución, egocentrismo-autojustificación-autodecepción,cerebro-espíritu-cultura, razón-afecto-impulso individuo-sociedad-especie,individuo-sociedad-noósfera). Por lo tanto la educación debe orientarse a fomentar siete saberes que velen por la unidad y diversidad de la especie humana, que nos permita llegar a la Unitas Multiplex, que en palabras de Morin se refiere a la idea de que la especie humana es una relación compleja dialógica y recursiva entre la unidad y la diversidad y su diversidad en la unidad. Existe una unidad humana y también existe una diversidad humana.
Los siete saberes que plantea Morin permiten introducir y desarrollar en educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano. Establecer el vínculo entre las partes y el todo, aprehender los objetos en sus contextos. Aprehender lo que significa ser humano y tener una identidad común, identificar que tenemos un destino planetario, enfrentar el cambio, asumir lo inesperado y poder afrontarlo, comunicarnos empáticamente y actuar ántropoéticamente, que significa expandir nuestra conciencia y espíritu humanos, entender la condición humana para humanizar, como lo menciona el autor, la humanidad.
Los siete saberes en la educación abren la mostrar las múltiples facetas de lo humano: la especie humana, lo individual, lo social, lo histórico, los destinos entrelazados e inseparables. Ayudan a identificar los errores de percepción y los intelectuales mediante el diálogo entre objetividad y subjetividad, inteligencia y afectividad, reguladas por la autocrítica para auto reformar las ideas que poseemos y que nos poseen. Con los siete saberes la educación del futuro posibilita el estudio de la complejidad humana, la toma de conciencia, de la condición común a todos los humanos, y de la diversidad de los individuos, de los pueblos, de las culturas para asumirnos como ciudadanos de la Tierra. Enfrentando la incertidumbre.