La realidad se presenta de manera cambiante, la investigación científica ha colocado al hombre en una posición privilegiada como poseedor de conocimientos y modos de modificar el mundo y transformar la naturaleza y el modelo científico dominante no ha respondido de manera efectiva a las demandas para explicar, comprender y actuar sobre estos cambios; por lo que surge la necesidad de buscar nuevas alternativas globales e integradoras.
Ante ésto, se busca un método flexible, adaptativo que sea como un sendero que conduzca hacia un horizonte cambiante en el que se tomen en cuanta la objetividad científica y también la iniciativa individual, la curiosidad, flexibilidad, la creatividad, la intuición y la empatía del investigador; ya que los enfoques hipotético deductivos no son flexibles, debido a que tienen que seguir un protocolo previo y codificado y en el camino investigativo permanentemente surgen cosas nuevas e imprevistas en el campo o en la experimentación, por lo que se requiere de cierta flexibilidad.
Ante estos nuevos retos cognitivos, no se niega el pensamiento científico, ya que tiene sus bases y fundamentos; solo que le hace falta pensar sobre sí mismo (meta paradigma) así que, se requiere de un paradigma alternativo, que formule un cuerpo distinto de hipótesis, métodos y criterios de evaluación, en el que el investigador se reintroduzca en su indagación, convirtiendo la intersubjetividad en criterio esencial para la evaluación de la pertinencia de los conocimientos científicos.
La fenomenología nos apoya en el sentido de romper la separación radical entre el observador y su observación, entre el sujeto y el objeto, al afirmar que podemos acceder al mundo en su esencia a través de nuestras propias representaciones o vivencias, haciendo referencia al valor de la experiencia como una forma de acceder al conocimiento. Así mismo, las hipótesis fenomenológica y teleológica nos conducen a un abandono del concepto de objetividad como horizonte alcanzable, y a preferir los valores de humildad y honradez intelectual como ideales directivos del quehacer científico.
En esta nueva estrategia de investigación pluridimensional se nos dice que hay que confiar en el Balzaquismo (descripción enciclopédica) y en el Stendhalismo (descripciones del detalle significativo, aprendiendo a percibir las caras los gestos, las vestimentas, los objetos, los paisajes, casas, caminos y las relaciones que estableces los sujetos y objetos en torno a la investigación; confiando en que los sistemas biológicos y sociales tienen la propiedad constitutiva de instituirse, evolucionar y tomar de su entorno los elementos que necesita dentro de una relación dialógica de autonomía y dependencia (autopoiésis).
Con base en lo anterior me surge la necesidad de avanzar en mi proyecto de investigación retomando la etnografía y la fenomenología como catalejos, por medio de los cuales me voy a guiar; rescatando las vivencias propias y de los otros usando mi intuición y empatía, sistematizando las experiencias individuales y grupales, a fin de conocer y explicar la dinámica en torno a la educación inicial en nuestro estado.
Ante ésto, se busca un método flexible, adaptativo que sea como un sendero que conduzca hacia un horizonte cambiante en el que se tomen en cuanta la objetividad científica y también la iniciativa individual, la curiosidad, flexibilidad, la creatividad, la intuición y la empatía del investigador; ya que los enfoques hipotético deductivos no son flexibles, debido a que tienen que seguir un protocolo previo y codificado y en el camino investigativo permanentemente surgen cosas nuevas e imprevistas en el campo o en la experimentación, por lo que se requiere de cierta flexibilidad.
Ante estos nuevos retos cognitivos, no se niega el pensamiento científico, ya que tiene sus bases y fundamentos; solo que le hace falta pensar sobre sí mismo (meta paradigma) así que, se requiere de un paradigma alternativo, que formule un cuerpo distinto de hipótesis, métodos y criterios de evaluación, en el que el investigador se reintroduzca en su indagación, convirtiendo la intersubjetividad en criterio esencial para la evaluación de la pertinencia de los conocimientos científicos.
La fenomenología nos apoya en el sentido de romper la separación radical entre el observador y su observación, entre el sujeto y el objeto, al afirmar que podemos acceder al mundo en su esencia a través de nuestras propias representaciones o vivencias, haciendo referencia al valor de la experiencia como una forma de acceder al conocimiento. Así mismo, las hipótesis fenomenológica y teleológica nos conducen a un abandono del concepto de objetividad como horizonte alcanzable, y a preferir los valores de humildad y honradez intelectual como ideales directivos del quehacer científico.
En esta nueva estrategia de investigación pluridimensional se nos dice que hay que confiar en el Balzaquismo (descripción enciclopédica) y en el Stendhalismo (descripciones del detalle significativo, aprendiendo a percibir las caras los gestos, las vestimentas, los objetos, los paisajes, casas, caminos y las relaciones que estableces los sujetos y objetos en torno a la investigación; confiando en que los sistemas biológicos y sociales tienen la propiedad constitutiva de instituirse, evolucionar y tomar de su entorno los elementos que necesita dentro de una relación dialógica de autonomía y dependencia (autopoiésis).
Con base en lo anterior me surge la necesidad de avanzar en mi proyecto de investigación retomando la etnografía y la fenomenología como catalejos, por medio de los cuales me voy a guiar; rescatando las vivencias propias y de los otros usando mi intuición y empatía, sistematizando las experiencias individuales y grupales, a fin de conocer y explicar la dinámica en torno a la educación inicial en nuestro estado.