El proceso de los alumnos de afiliación en educación superior adquiere importancia ya que gracias a él se puede lograr un alto índice de eficiencia terminal controlando la deserción, la reprobación y el ritmo de avance principalmente en el primer año y un reforzamiento de las funciones sustantivas de la Universidad: investigación, docencia y extensión.
Existen dos formas de afiliación del alumnos en educación superior: la institucional, que tiene que ver con la identificación del alumno con la vida universitaria y la intelectual relacionada con lo que se espera de él en su desarrollo cognitivo. Estas formas de afiliación pasa por tres etapas: tiempo de extrañez, tiempo del aprendizaje y tiempo de afiliación donde el estudiante interioriza todos los constructos simbólicos que le permiten agregarse o sentirse parte de. La afiliación permite que alumno se asuma como el principal responsable de su aprendizaje. Participe en el proceso cumpliendo un rol activo y creativo permitiendo que se desarrollen al máximo sus potencialidades. Gracias a la afiliación el alumno valora la búsqueda de conocimiento como algo liberador y que procura su bien. De acuerdo con el autor las actividades extrauniversitarias favorecen el proceso de afiliación ya que éstas permiten una integración social, cognitiva, ética y afectiva dinámica.
Desde la complejidad las actividades extraescolares son la vía para la movilización de los conocimientos construidos a lo largo de las diversas generaciones. Permiten romper con una relación lineal entre los estudiantes y los empleadores como si esa fuese la única razón de ser de la Universidad. La Universidad con las actividades extraexcolares pasa de ser reproductora o transmisora del conocimiento a ser productora conocimiento.
Existen dos formas de afiliación del alumnos en educación superior: la institucional, que tiene que ver con la identificación del alumno con la vida universitaria y la intelectual relacionada con lo que se espera de él en su desarrollo cognitivo. Estas formas de afiliación pasa por tres etapas: tiempo de extrañez, tiempo del aprendizaje y tiempo de afiliación donde el estudiante interioriza todos los constructos simbólicos que le permiten agregarse o sentirse parte de. La afiliación permite que alumno se asuma como el principal responsable de su aprendizaje. Participe en el proceso cumpliendo un rol activo y creativo permitiendo que se desarrollen al máximo sus potencialidades. Gracias a la afiliación el alumno valora la búsqueda de conocimiento como algo liberador y que procura su bien. De acuerdo con el autor las actividades extrauniversitarias favorecen el proceso de afiliación ya que éstas permiten una integración social, cognitiva, ética y afectiva dinámica.
Desde la complejidad las actividades extraescolares son la vía para la movilización de los conocimientos construidos a lo largo de las diversas generaciones. Permiten romper con una relación lineal entre los estudiantes y los empleadores como si esa fuese la única razón de ser de la Universidad. La Universidad con las actividades extraexcolares pasa de ser reproductora o transmisora del conocimiento a ser productora conocimiento.